Si te has preguntado alguna vez “¿Por qué huele mal mi aire acondicionado?”, la respuesta más directa es que tu aire acondicionado no huele mal. El aparato en sí casi nunca provoca malos olores, sino que expulsa aire contaminado de otras fuentes. Sigue estos consejos y no tendrás este problema. Mantén limpios los filtros En […]
Si te has preguntado alguna vez “¿Por qué huele mal mi aire acondicionado?”, la respuesta más directa es que tu aire acondicionado no huele mal. El aparato en sí casi nunca provoca malos olores, sino que expulsa aire contaminado de otras fuentes. Sigue estos consejos y no tendrás este problema.
En la mayoría de los casos, el problema está en unos filtros de aire acondicionado sucios, que acaban llenando de bacterias el aparato y favoreciendo la aparición de hongos. Además, los filtros sucios reducirán considerablemente la eficiencia y el caudal de aire de tu aparato. Pero tranquilo: una sencilla limpieza anual bastará para mantener los filtros en buenas condiciones.
Si el problema del mal olor en tu aire acondicionado ya ha llegado a tu casa, la limpieza que tendrás que hacer será más profunda. Habrá polvo sobre el aparato, por supuesto, pero también deberás limpiar la unidad interior por dentro para deshacerte de cualquier suciedad que esté provocando el olor. Existen productos desinfectantes específicos para esto.
Todo aparato de aire acondicionado expulsa algo de agua, como consecuencia de la condensación de la humedad que circula por él. A la hora de hacer la instalación, esta humedad puede salir por un tubo a una garrafa, o a un desagüe interior. Esta segunda opción es más cómoda (no tienes que preocuparte de vaciar la garrafa) y más limpia.
El aire acondicionado enfría el aire que absorbe de la estancia, por lo que si éste está contaminado lo acabará difundiendo por toda la habitación. Evita fumar en las habitaciones donde tengas el sistema de refrigeración, e instala sistemas de extracción en el caso de poner el aire acondicionado en la cocina.
La falta de uso del aire acondicionado puede provocar que se acumule suciedad, corriendo el riesgo de que acabe oliendo mal. Encenderlo unos minutos al mes durante los meses de inactividad evitará este problema.
Con un buen aire acondicionado y siguiendo estos sencillos consejos, el problema del mal olor no llegará a tu hogar.